El arte románico en el Camino de Santiago Francés

Santa María de Eunate

El Camino de Santiago, como todo camino de peregrinaje, lleva consigo un enorme legado cultural que le han impreso a lo largo de los siglos los miles y miles de peregrinos que lo han transitado. Este ir y venir de personas no solo fue encumbrándolo como el camino de peregrinación más importante de occidente, sino que también lo convirtió en una vía de expansión para el conocimiento, ya que si consideramos que en la época en la que nace el Camino los libros eran un bien escaso e internet no asomaba ni siquiera como el sueño más ridículo de la persona más desvariada, la única forma de que el conocimiento se expandiera geográficamente, era cargarlo uno mismo en su propia cabeza.
La arquitectura y el arte románico son, seguramente, el principal ejemplo del Camino como medio de transporte para el conocimiento: una corriente artística nacida en la zona de Lombardía cruza los Pirineos y termina tocando tierras gallegas en un viaje que atraviesa el Camino de punta a punta y que dura poco más de dos siglos. En su ruta, va dejando increíbles multitud de construcciones que todavía hoy nos muestran la magnificencia de lo que fue la primera corriente artística internacional de Europa.
Ahora bien, como introducción lo de recién estuvo bien, pero si nos vamos a meter de lleno en todo lo que la arquitectura y el arte románico dejaron en el Camino de Santiago, será mejor que profundicemos un poco sobre esta corriente.

El Románico

Como decíamos anteriormente, el románico es una corriente artística desarrollada principalmente entre los siglos XI, XII y parte del XIII, considerada como la primera corriente artística internacional europea, ya que se desarrolla casi al mismo tiempo en lo que hoy es Francia, España, Italia y Alemania. Es verdad que en cada una de estas regiones el románico presenta características propias e individuales, pero es igual de real que posee a lo largo y ancho de estos territorios un lenguaje lo suficientemente coherente y unificado como para considerarlo un único movimiento.
El nacimiento del románico se debe a muchos factores, aunque los principales son el crecimiento de las economías de las diferentes regiones (lo que permitía construir más y mejores iglesias), la expansión de ciertas órdenes religiosas, el aumento de la influencia de la iglesia (el románico es también la primera corriente artística marcadamente religiosa) y el peregrinaje, que tiene en el Camino de Santiago su principal ejemplo.
Sus raíces son muy profundas, y sus orígenes se remontan a otras corrientes como la bizantina, la germánica, la romana o la árabe, lo cual le da aún más valor a esta corriente, ya que fue la primera que pudo nuclear de forma coherente a todas estas corrientes, tan disimiles entre sí.

Ejemplos de arquitectura románica en el Camino de Santiago Francés

 Pues resulta que el Camino de Santiago es casi un mapa interactivo del desarrollo del románico como movimiento artístico: con las primeras construcciones en la zona de Cataluña, el románico español se fue expandiendo a lo largo del camino hasta llegar, como no, a tierras gallegas. Si a esto le sumamos el hecho de que solo encontraremos construcciones puramente románicas en el norte de la península (hacía el sur llegó más tarde y se fusionó con el gótico en algunos casos y con el arte mudéjar en otros) queda más que claro que fue el Camino y su necesidad de iglesias para recibir a los peregrinos lo que hizo crecer a esta corriente en nuestras tierras.

El románico en Aragón

Con la Catedral de Jaca como principal exponente del románico aragonés (y uno de los más imponentes del románico español), esta corriente presenta otras grandes obras en el Alto Aragón como el Monasterio de San Juan de la Peña, ubicado en un lugar de una belleza casi magnética, y la Iglesia de Santa Cruz de la Serós.

Catedral de Jaca

El románico en Navarra

El conjunto medieval que ofrece la localidad de Estella es uno de los mejores conservados con los que cuenta la comunidad Navarra. Monumentos como el de San Pedro de la Rua, Nuestra Señora de Rocamador o el Santo Sepulcro y el Palacio de los Reyes de Navarra tan prueba de ello. Roncesvalles, Pamplona o Lorca, entre otras, cuentan también con hermosos y muy cuidados restos románicos.

Monasterio Santa María la Real, Nájera

El románico en La Rioja

Con Nájera como principal bastión del románico riojano, donde sobresale sobre todo el Monasterio de Santa María la Real, podremos encontrar exponentes de este movimiento artístico a lo largo y ancho de prácticamente toda la comunidad, como la Catedral de Santo Domingo de la Calzada o la cabecera de la Iglesia de San Bartolomé, en Logroño.

Monasterio San Juan de la Peña

El románico en Castilla y León

Si consideramos que Castilla y León es la comunidad autónoma que mayor tramo del Camino de Santiago posee, no es de extrañar que vayamos a encontrar en su territorio múltiples exponentes del movimiento románico. El Monasterio de San Juan de Ortega, el Monasterio de las Huelgas Reales o la increíble Iglesia de San Martín de Tours en Frómista, son ejemplos de lo que el peregrino se podrá encontrar a su paso por Castilla y León.

Santo Domingo de Silos

El románico en Galicia

Con la Catedral de Santiago como máximo exponente románico gallego, los peregrinos no tendrán que esperar a llegar al gran objetivo para ver lo que esta corriente dejó en tierras gallegas: la Iglesia de Sarria o la de Portomarín son también grandes exponentes del románico. Eso sí, una vez llegados a Santiago, no te pierdas la Colegiata de Santa María del Sar, un edificio de gran porte  y belleza.

Esperamos que este artículo te haya gustado y te ayude a conocer un poco más acerca de la arquitectura románica del Camino de Santiago.

Iglesia de San Juan- Portomarin