TRAMO 3 LOGROÑO-BELORADO
Dia 12/10/2004
Después de atravesar la ciudad por su parte
vieja y algunas zonas nuevas, salgo de ella por el
parque de la Grajera, en donde me
empieza a llover y tengo que recurrir a la ropa de agua, éste parque
debe tener como seis kilómetros y es utilizado como vía verde por
los
logroñeses. Paso junto al pantano de la
Grajera, en donde observo patos, fochas y gran cantidad
de
carpas. Al final del parque empieza una
fuerte subida durante mil quinientos metros, deja de llover y me
desprendo de la ropa de agua que tanto molesta al
andar.
Superada la pendiente se pasa por un pequeño
puerto, donde el camino va paralelo a la autovía Logroño-Burgos, y
observo que la valla de tela metálica que protege a la autovía,
esta llena de cruces, confeccionadas con palitos y ramas entrelazadas
en la tela metálica, hay miles y miles de cruces, durante casi un
kilómetro, es la forma de dar testimonio de su paso de miles de
peregrinos o de su fe.
Después de tantas subidas y bajadas, sobre las
14 horas, llego a Navarrete y me quedo en el albergue, situado en un
edificio antiguo, la hospitalera me dice que hay una cena colectiva
para los peregrinos, pero la hora de la cena, las 7.30 de la tarde,
no me convence, ya que a esa hora meriendo en mi tierra, fui a cenar
a horas más española y andaluza, luego sí compartí un rato con
los demás en el salón del albergue, hasta la hora de dormir.
Albergue
de Navarrete
Antes de entrar en Navarrete, se ven las ruinas
del hospital de peregrinos de San Juan de Acre,
la portada románica y dos laterales,
fueron reutilizados en su día, como puerta del cementerio del
pueblo, en donde la podemos admirar a la salida
del
mismo. También visito la Iglesia de la
Asunción, del siglo XVII, el monumento al alfarero y la antigua
alhóndiga.
Día 13/10/2004
Salgo de Navarrete a las ocho después de
desayunar, el camino sigue entre viñedos interminables, dejo
el pueblo
de Ventosa
a lo
lejos, y
sigo por
falsos
llanos, ya
que me
dirijo a
la
provincia
de Burgos,
que está
a 800 m. sobre el nivel del mar y
Logroño a 380 m.
En una mañana fría recorro hasta 16
kilómetros sin pueblos hasta llegar a Nájera. Antes de llegar a
este pueblo se sube una pequeña elevación por restos de una calzada
romana, donde también el peregrino deja
sus huella, miles de hitos compuestos por
piedras superpuestas y en un equilibrio increíble algunas, jalonan
esta calzada en su parte más alta. Cerca ya del pueblo encuentro a
gente vendimiando y una pintada en una casa me recibe con "Peregrino
en Nájera, najerino".
Un poco antes de entrar también encuentro el
Poyo de Roldán, que evoca la mítica victoria de Roldán frente al
gigante musulmán Ferragut. Este gigante de siete brazas de alto, una
nariz de un palmo y 200 kilos de peso, se abalanzó sobre Roldán y
lo inmovilizó con su peso, pero Roldán el clavó su puñal en el
ombligo, acabando con él. Así Carlomagno pudo liberar Nájera.
Poyo de Roldán Santa Maria la Real (Nájera)
Llego a
Nájera a
las 11
horas y
atravieso
la ciudad
vieja que
está
arropada
por una
peña de
tierra
color bermellón, este pueblo está
atravesado por el río Najerilla. Visito sus monumentos y plazas.
Entre ellos el Monasterio de Santa Elena, del siglo XVII y la Iglesia
Monasterio de Santa Maria de la Real, iglesia fortaleza, donde se
encuentra el panteón real de los Reyes
de
Navarra. Sigo el camino por una fuerte
pendiente entre pinos, después de subidas y bajadas, llego al pueblo
de Azofra a las 13
horas. Me dirijo al albergue
municipal,
que es el mejor que he visto hasta ahora en
comodidad y equipamiento, ya que fue inaugurado en junio de este año.
Después de comer y descansar, junto a
Nathalia, una peregrina de Montreal, visito la iglesia y la Fuente de
los Romeros.
Día 14/10/2004
Desayuno y
emprendo el
camino a
las ocho,
cerca de
la salida
de Azofra,
encuentro
el Rollo
de Azofra,
es un
monumento en forma de espada clavada en la tierra, que en la edad
media avisaba a los malhechores de la justicia. Después de andar
casi quince kilómetros entre campos
de cereales, paso cerca del pueblo de Ciriñuela, pero no se entra al
estar el camino desviado por unas obras, sigo el interminable camino
hasta llegar hacia las 11 de la mañana a Santo Domingo de
la
Calzada. Visito la catedral románica,
donde está el sepulcro de Santo Domingo, también veo el gallinero
construido en 1460, en donde siempre hay un gallo y una gallina
vivos, que recuerdan el milagro del gallo y la gallina que cantaron
después de asados.
Catedral Santo Dgo. de la Calzada
En el siglo XIV, un matrimonio francés que
peregrinaban a Santiago con su hijo, se hospedaron en el mesón del
pueblo, y una moza tienta a su hijo, pero éste la rechaza, en
venganza la moza esconde una copa de plata entre las ropas del
muchacho y lo denuncia por robo, es aprendido
y
ahorcado. Al regresar de Compostela, los
padres encuentran aún vivo a su hijo, rápidamente se dirigen a
donde el Corregidor de la villa, que se disponía a dar cuenta de un
gallo y una gallina
asados. El Corregidor les contesta que
su hijo está tan muerto como las dos
aves que se iba a comer, en ese momento los animales saltan del plato
y comienzan a revoletear y cantar, probando la inocencia del joven
ajusticiado.
Entre otros monumentos está el Monasterio de
Ntra. Sra. de la Anunciación, el Convento de San Francisco y las
murallas.
Repongo fuerzas en un bar de la calle Mayor y
sigo el camino hasta llegar a Grañón
hacia las 14 h. Me alojo en el albergue
parroquial , es medieval y está adosado a
la
iglesia. Consta de un salón con
chimenea y en la buhardilla sobre suelo de madera unas colchonetas
para dormir, la zona de fregaderos y tender ropas, es
sobre
las buhardillas de las cúpulas de la iglesia,
menos mal que los servicios y duchas eran del año 2000.
Camino a Santo Domingo de la Calzada
Esta noche ceno en el albergue en convivencia
con los demás peregrinos, la comida preparada por un peregrino de
Tenerife que ya acababa hoy, con las existencias del albergue
consistía en judías pintas con chorizo y morcilla, también hicimos
unas ensaladas, patatas aliñadas y postre de gelatina, así como
"papas arrugas", al estilo canario con mojo picon. Esto es
una parte esencial del camino, como personas de distintas
nacionalidades, con diferentes idiomas y razas, se unen para comer
juntas, colaboran todas en el éxito de la cena y solo tratan de
ayudarse unas a otras, todas con la misma idea de llegar hasta
Santiago. Después de los postres
, la hospitalera que era de Canadá, nos invito
a visitar el coro de la iglesia hacia las 11 de la noche, con el
altar al fondo iluminado, nos sentamos cada uno en un banco barroco
del coro y se leyeron oraciones en varios idiomas por
los
peregrinos. Luego cada uno dijo hasta
donde se comprometía a llegar, que quedaba como una promesa en el
libro de registros del albergue. Muchos hasta Santiago y otros como
yo, hasta donde me diera tiempo dentro
de la semana que tenia.
Después de este acto protocolario, que gusto a
unos y a otros no, según sus creencias, nos acostamos tarde por
primera vez en un albergue. Como curiosidad diré que había gente de
Canadá, Islandia, Alemania, Venezuela, Italia, Brasil, Francia,
Inglaterra, España, y solo éramos unos veinte.
Cena Albergue de Grañon
Día 15/10/2004
Hoy es mi último día de peregrinación, pues
se me acaba el tiempo de que disponía. Salgo de Grañón a las
ocho, como siempre, y sigo el camino hasta Redecilla del Camino,
primer pueblo de la provincia de Burgos, desayuno en el albergue y
visito la Iglesia Parroquial Ntra. Sra. de la Calle, del siglo
XVIII, en donde está una pila bautismal románica del siglo XII,
una pieza única en el camino.
Esta etapa discurre bastante distraída, pues
hay un pueblo cada pocos kilómetros, aunque un poco
dura, por el aire frío que azota de
frente, atravieso el pueblo de Castidelgado, y más tarde Viloria de
Rioja, y su iglesia de San Andrés, del siglo XVI, en éste pueblo
nació Santo Domingo de la Calzada. Un poco más tarde
atravieso
Villamayor del Río y sobre las 13 h. llego a
Belorado, meta final de mi peregrinar y donde empezaré a andar la
próxima vez que tenga tiempo.
Acabo
de terminar y ya tengo ganas de reanudar el camino que me llevará
hasta Santiago.
Después de visitar el albergue de Belorado, la
Iglesia de Santa Maria, del siglo XVI, emprendo la vuelta en autobús
a Logroño, en donde vuelvo a coger otro hasta Villatuerta, donde
llego hacia las seis de la tarde. Esta misma tarde regreso a casa,
haciendo escala en Madrid, al otro día llegue a las 13.30 h. con
todas las experiencias y vivencias que me dio estos días
inolvidables.
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